Pelotazo urbanístico
SE TRATA DE UN PELOTAZO tan burdo que, técnicamente es irrealizable. todo se basa en la garantía de que el presidente de la Xunta aporta de que nada ni nadie impedirá que se vulnere la Ley de Costas y con ella toda le legislación ambiental y urbanística europea, estatal, autonómica y local, para convertir la ribera del mar que enlaza dos núcleos urbanos con más de cien mil habitantes en un asentamiento industrial desproporcionado y prohibido.
Ha nacido Tisú de Lourizán
Dice el presidente de Georgia Pacific que "una compañía como la suya no toma decisiones de esta índole si no está realmente segura de donde se mete". ¿Una compañía como la suya invierte 80 millones de euros en una aventura de final incierto sin saber en qué parcela se ha de asentar la posible factoría? ¿Tienen sus socios legitimidad para solicitar semejante despropósito en un lugar expresamente protegido por la Ley contra esa clase de especuladores? ¿Le han mostrado algún título de propiedad, concesión o certificación catastral o urbanística que permita tal asentamiento industrial en Lourizán? ¿Existe acaso una parcela con forma física definida, superficie, colindantes identificados, rústica o urbana, registrada y de titularidad reconocida que corresponda a alguno de sus socios o familiares que les autoricen a solicitar licencia municipal u otra, si ello fuese posible con la legislación vigente en este país? ¿NO?
SE TRATA DE UN PELOTAZO tan burdo que, técnicamente es irrealizable. todo se basa en la garantía de que el presidente de la Xunta aporta de que nada ni nadie impedirá que se vulnere la Ley de Costas y con ella toda le legislación ambiental y urbanística europea, estatal, autonómica y local, para convertir la ribera del mar que enlaza dos núcleos urbanos con más de cien mil habitantes en un asentamiento industrial desproporcionado y prohibido.
Ha nacido Tisú de Lourizán
Dice el presidente de Georgia Pacific que "una compañía como la suya no toma decisiones de esta índole si no está realmente segura de donde se mete". ¿Una compañía como la suya invierte 80 millones de euros en una aventura de final incierto sin saber en qué parcela se ha de asentar la posible factoría? ¿Tienen sus socios legitimidad para solicitar semejante despropósito en un lugar expresamente protegido por la Ley contra esa clase de especuladores? ¿Le han mostrado algún título de propiedad, concesión o certificación catastral o urbanística que permita tal asentamiento industrial en Lourizán? ¿Existe acaso una parcela con forma física definida, superficie, colindantes identificados, rústica o urbana, registrada y de titularidad reconocida que corresponda a alguno de sus socios o familiares que les autoricen a solicitar licencia municipal u otra, si ello fuese posible con la legislación vigente en este país? ¿NO?
Entonces le han engañado. Porque ni el presidente de la Xunta de Galicia, ni el del Grupo Empresarial ENCE, S.A., ni los Albertos pueden poner encima de la mesa esas garantías documentales ciertas. No pueden, sencillamente porque no existen. Y, por lo tanto, le han estafado. Sus socios no tienen capacidad legal de obrar para firmar semejante alianza estratégica.
La arribada de los buitres urbanísticos
Por eso y por muchas otras razones que existen la planta de papel tisú no comenzará a funcionar a finales de 2005 en Lourizán. Será quizás en otro emplazamiento y con otros socios que realmente tengan la firme voluntad de construirla. Estos no la tienen. La arribada de los buitres urbanísticos despejan las pocas dudas que pudiesen existir al respecto. Es la recalificación urbanística lo que buscan.
Francisco Díaz Sánchez (Pacodíaz)
Publicado en La Voz de Galicia (Pontevedra) y Diario de Pontevedra el 27 de diciembre de 2003.
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