Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente y, ya que me encontrasteis en la red, voy a dedicaros este espacio, lioso, aburrido y con demasiada letra, de mi blog. Un espacio guiado sólo por la ilusión de que todo este galimatías, al menos, sirva para que el día de mañana -en un futuro no muy lejano- podáis comprenderlo. Porque todo lo hacemos por vosotros, y por todos los niños del mundo que tienen derecho a disfrutar de un Medio Ambiente Natural adecuado para su desarrollo pacífico.
Y porque mi deseo y el de muchos ecologistas es que se ponga límite al desastre medioambiental actual, provocado por el "progreso" basado en el desarrollo insostenible y en el consumo, que sólo conducen a la destrucción sistemática del planeta. Es necesario limitar el consumo, cuidar el agua y la atmósfera y pensar de una vez por todas en vosotros, en las generaciones futuras, y en todos y cada uno de los seres vivos que conforman los ecosistemas que pueblan el globo terráqueo; en la fauna y la flora de la tierra y del mar. Y como no, en el aire, ese elemento compuesto ("descontado el vapor de agua, de aproximadamente 21 partes de oxígeno, 78 de nitrógeno y una de argón y otros gases, a los que se añaden algunas centésimas de ácido carbónico anhídrido"), sin el cual los seres humanos viviríamos escasamente tres segundos sobre la faz de la tierra. Por eso traigo hoy aquí el "RELATO BREVE" que os dediqué el 26 de septiembre de 2002, a través de La Voz de Galicia (escrito en gallego), con enlaces, imágenes y esperanza. Sobre todo con esperanza para que, todo lo que en él se recrea constituya una mínima parte de la realidad de vuestro entorno diario, futuro.
No sé si lo conseguiremos, pero vale la pena intentarlo. Os quiero.
-Queridos Nicolás e Antón, hai moito, moito tempo, había terra, campos, e margaridas, grandes soutos de castiñeiros pechos e carballeiras, bucardos e linces vivos. Chovía, e cando non, o sol madurecía os froitos. O mar era azul como os vosos olliños. Ahí, fronte a nos erguíase un outeiro. Na súa cima agromaba un fiíño de auga tremelucente ao resoo que, mansiña íase convertendo en regato, para logo guindarse entolecido en fervenza e cachón de ondas preguizosas, até morreren lambendo engaiolado dos nenúfares as paredes do muíño de Nocelle. -A fariña branca enchía un saco de liño ao ir e viren da muiñeira do tremiñado ao pousadoiro. "Atento ás faragullas, o conciliábulo dos furelos rubios". Un crepúsculo abafante invadía o solpor. Mais non os miolos do vello que ventaba o ferume do xabaril e mailo cheiro do raposo, visitantes nocturnos da poza: pía exuberante do orballo, dos mofos e fungos, couselos, uvas de can e bagas; trevos, fentos, dente de león, silveiras, e fucsias (ou, tamén) que pobraban as ribeiras da charca, sombrizo e coioso lugar da raíña do río: a troita do arco da vella, lixoada con pintas vermellas... Os xemelgos dos olliños garzos turrábanlle na ombreira ao avó para que seguise co conto. A os cativos todo se lles aparecía vedraño e máxico. ¡Non había tempo que perder! -Reptiles como o sapoconcho de auga, a cobra de colar, tritóns; a saramanta colilarga (que ninguén vira en ningures). Insectos e larvas, cabaliños do demo (2) compartindo pole coas bolboretas estrugueiras, coa nespra, co colibrí... ¡Tanta vida naquel eido!: lagartos verdinegros, lagartixas, londras, auténticas fervellasverzas do río. Morcegos, paporrubios, cardos e xílgaros, ratas de auga, furelos de campo... ¡Algunha perdida gaivota sombría!
-¡Fixádevos ben nesa cova, no inferno! -espetoulles o vello co seu índice pousado no infinito-, ollade a través do labirinto, dentro cría o Merlo Acuático, un paxaro capaz de mergullarse e camiñar polo fondo do río, de fortes patas e dedos longos con garfos de aceiro. Asido as pedras avanza cos ollos abertos baixo a auga... ¡Seica é o derradeiro paxaro! Francisco Díaz Sánchez (Pacodíaz)
Publicado en La Voz de Galicia (Relatos de Verán) o 26 de setembro de 2002.
Cinclus cinclus
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Los Mirlos Acuáticos son miembros del género Cinclus de la familia Cinclidae de las aves passeriformes. Su hábitat incluye entornos acuáticos en América, Europa, y Asia.
Descripción [editar]
Habitualmente viven en las orillas de ríos rápidos de montaña, aunque se pueden encontrar individuos erráticos en lagunas de montaña. Su preferencia por las aguas no contaminadas lo ha convertido en un bioindicador de la pureza de un río. Su plumaje es pardo oscuro con pecho blanco. Párpado blanco muy visible cuando parpadea. Tamaño: unos 18 cm de altura y 30 de envergadura. No hay diferenciación sexual.
Se sumerge en un promedio de 3 segundos. Su sangre puede portar más oxígeno que la de otros passeriformes, lo que les permite permanecer bajo el agua hasta 30 segundos, aunque por norma general no excede de los 10 o 20 segundos. Sus adaptaciones le permite sumergirse y caminar por el fondo del río para alimentarse de insectos, ayudándose con un pequeño aleteo si la corriente es fuerte. Encuentra los insectos volteando los guijarros del lecho del río.
Alimentación [editar]
Su alimentación es casi exclusivamente a base de insectos.
Reproducción [editar]
Anida cerca del agua, nunca a grandes alturas, en árboles, puentes y grietas. Las puestas varían entre los 4 y los 6 huevos, blancos y de unos 26x18 milímetros, que son incubados únicamente por la hembra. Los pollos eclosionan a los quince días de la puesta, y son cebados por ambos adultos durante aproximadamente un mes, hasta que abandonan el nido. Es habitual que la misma pareja realice dos puestas en la misma primavera, aunque la segunda con únicamente 3 o 4 huevos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario